Ausencia...
Días como hoy no me gustan: el sol brillando, los pájaros cantando y las
personas caminando por las calles muy tranquilos. Me recuerdan el día en que
estuvimos en el parque sentados en el pasto y platicando, se declaró de la
manera más inusual posible; me gustas mucho me dijo, me miro a los ojos y
volvió a decir:
–
Escuchaste…me gustas mucho y… que te parece si Tu y Yo estamos juntos por el
resto de nuestras vidas.
Pero, ¿cómo dices que amas a alguien y luego la abandonas? Eso no es amor,
es querer joderle la vida alguien.
Todo iba de maravilla, pasamos el verano pasado juntos, reíamos y
disfrutábamos. Los besos no se apuestan, se roban. Eso era lo que él me decía
mucho, antes de irse. La verdad es que no sé porque se fue, si todo estaba tan
bien.
Cuando estaba contigo podía sentir esas mariposas en mi panza, eran señal
de que todo era real no solo un sueño, sabía que estabas ahí. Ahora te odio por
haberme hecho sentir así. Tu partida se llevó mi dignidad, mis reservas de
fuerza y mi felicidad.
Te sigo extrañando, te quiero conmigo, te odio y te
amo, odio sentirme así, no quiero, pero siempre termino pensando en ti y en
cómo me haces reír y pasarla de lo mejor. Mis mejores recuerdos fueron contigo.
Eran en cómo nos reíamos por todo y por nada, en como platicábamos hasta que
nos quedábamos vacíos y aun así eso no pasaba.
Comenzaste a distanciarte y a mí
no me queda de otra más que aceptar y vivir con eso. Me empecé a ilusionar, y
con cada sueño a tu lado tú te alejabas más, con cada sonrisa que te dedicaba
con mis pensamientos, aunque no estuvieras a mi lado, tú te asustabas y creabas
distancia.
¿Cómo es que todavía sigo
esperando un mensaje tuyo? Tal vez porque la esperanza es lo último que muere,
o por masoquista o incluso porque el amor no se muere de un día para otro. El
tuyo empezó a desaparecer y no lo quise aceptar, con solo un poco de tu amor me
conformaba, creyendo que era mejor a nada. Estaba más que equivocada porque al
final no solo me mentía a mí misma, sino a los cientos de personas que les hable
de ti.
Uno de mis recuerdos favoritos
con él fue en Navidad, era noche buena y estábamos repartiendo juguetes a los
niños de los orfanatos, lo mejor fue verlo disfrazado de Santa Claus. Un niño
le pregunto que, si porque no estaba gordo, a lo que él contesto que los gordos
no pueden cargar una bolsa gigante de regalos, y hacer juguetes lo ayudaba a
tener esos músculos.
Era un payaso arrogante, idiota y
encantador, pero así lo quería, aun así, lo extraño.
Me duele saber que tu miedo por
salir herido termino lastimándome a mí, yo que decidí entregarte todo, incluido
mi miedo a sentir, y no solo sentir el dolor, sino la felicidad que me producía
estar a tu lado, las sensaciones extrañas que me producía cuando me besabas. Me
encantaba estar a tu lado, con tan solo ver tu nombre en la pantalla de mi
celular ya me producía la mayor alegría de mi vida. Te convertiste en el centro
de mi todo, lo cual estuvo mal, porque me di cuenta que mis estados de ánimo
dependían de ti, nadie está hecho para depender de los demás, la felicidad hay
que encontrarla en nosotros mismos antes de querer compartirla con alguien
más.
Aun escribiendo esto, te recuerdo
con una sonrisa, porque tu sonrisa me encantaba, tu risa y la forma en que me
acariciabas...me hacían sentir viva de nuevo. Recordar tu sonrisa, tus
caricias, tus abrazos, tus besos; me enoja, pero al mismo tiempo me hace
sonreír, saber que no estás es… diablos te extraño.
No tenerlo cerca es como no poder
comer, es como dejar de respirar y morir lentamente por dentro.
Ya no puedo hacer nada mal porque sus palabras vienen a mi mente, “Hay que hacer las cosas más bien mejor
hechas”, “Hechas a mano con mucho amor”. Estúpidas frases, no sé de donde
las sacaba, no tenían sentido, pero de alguna manera funcionaban. Ahora las
escucho en todo lo que hago.
Pero no es que el fuera positivo y el mejor en todo lo que hacía, no, él
decía eso más para convencerse a sí mismo de que las cosas estaban mal y debía
arreglarlas, como un recordatorio, un tanto indirecto, creo que por eso mismo
despotricaba en contra de todo el mundo y que por eso se fue.
Hasta ahora
nada de lo que he hecho me ha dejado olvidarte, quiero que no me duela tu
partida, pero no puedo. Siempre están
ahí tus recuerdos, atormentándome.
No sería más fácil decir lo que
sientes sin tener que mentir del porque tu adiós, no sería mejor decirme que se
te acabo el amor y conociste a alguien más, en lugar de jugar a quererme un
poco y lastimarme mucho. Dolor,
tristeza y ansiedad es lo que tus recuerdos me dejaron. Me había vuelto
dependiente y ya no podía remediarlo, solo esperaba que volvieras, aunque en el
fondo sé que no pasara.
Te voy a seguir extrañando por un largo tiempo más,
eventualmente, ya no me dolerá recordarte y mis sonrisas serán de nostalgia por
el pasado, pero nada más.
Ahora estas con ella y me duele
como el calor del infierno verlos juntos, ver como se ríen, platican de todo y
de nada (como nosotros), odio ver como siempre estas para ella, odio ver cómo
le prestas tanta atención cuando habla, odio ver como la miras, como si ella lo
fuera todo para ti. A mí no me mirabas así, me duele saber que no te das cuenta
que los miro con odio, no te das cuenta que me estas matando lentamente, y peor
aún…sigo queriendo que vuelvas.
Por ella te fuiste del todo de mi
lado, por ella ya no veo ni tus mensajes. Te sigo esperando, sigo creyendo que
me mandaras un mensaje y que me explicaras que es lo que sucede…pero no será así,
no será así porque tú ya me cambiaste por ella, que ella si tiene lo que
esperabas, que supongo está más cerca de ti, que piensa como tú y hace lo que
quieres, ella ha de tener menos problemas y ha de ser más bonita, al menos
espero que sea mejor que yo, porque si no, tu partida será peor.
Escuchaba mucho que el amor era la fuerza más poderosa del mundo que
incluso podía superar a la magia, lo que no te decían era que también podía ser
un arma, no, eso no te lo dicen porque creen que todo es rosas, flores y
felicidad, pero a ellos no les han roto el corazón o los han dañado.
Una vez alguien me dijo que las
mujeres somos débiles de oído, y algunos hombres lo saben y lo usan, por eso no
debía fijarme en sus palabras sino en sus acciones. Ese consejo me llego muy
tarde y eso debí haber hecho contigo.
Tu ausencia, un corazón roto y
dos lágrimas, eso es lo que me queda de ti. Me dejaste a medias. Sigo un poco
rota, pero al menos aquí sigo.
Si, el amor podía doler a veces y en mi caso todo el tiempo, esa era la
razón por la que huía del amor, incluso cuando decían que era lo que nos daba
la humanidad y nos mantenía con vida y esperanzas.
Eso no evita que todos los días me haga la misma pregunta, con el propósito
de aferrarme a algo para vivir.
¿Existe el amor? Te mentiría si te digiera que no, porque a pesar de su
partida, todo lo que sentí fue real.
El dolor es señal de que el amor si existe.
**********************************************
The 1975 - Somebody Else
Comentarios
Publicar un comentario