Decisiones...

 


Todos los días tomamos decisiones, desde lo que vamos a comer, que nos vamos a poner, a donde vamos a ir, como vamos a reaccionar, que vamos a hacer y decir, etc…todo en nuestro día es una constante toma de decisiones.

Tomar decisiones nunca es una tarea fácil, nos podemos equivocar o acertar. Nunca se sabe que va a pasar con lo escogido. No se sabe si ira bien o mal. Toda acción conlleva una reacción, al momento de elegir se queda la espina o el presentimiento de si fue lo correcto o no. Eso no se puede saber hasta que se toma la decisión y las consecuencias, ya sean buenas o malas, se ven.

De por sí, tener que tomar decisiones es difícil, ahora imagínate tener que elegir en el amor. Este es complicado, las decisiones que tomamos también, los juicios que hacemos, las acciones que tomamos, las repercusiones, etc.

Nosotros y nadie más, somos los responsables de lo que elegimos, de lo que hacemos. Porque nadie esta con una pistola en nuestra cabeza diciéndonos que hacer. Lo más preocupante es que parece que no nos paramos a pensar en lo que haremos, primero disparamos y luego preguntamos.

Traicionar a alguien, es una decisión. Por más enamorado que estés, o respeto que le tengas, o aprecio, siempre está en ti el decir sí o no. Tú decides si vas a elegir el camino que sabes que está incorrecto pero que eso quieres, o incluso pensando egoístamente te conviene. Mentir, hacer daño, engañar, traicionar, es algo fácil de hacer, todos pueden y siempre se nos da la oportunidad de hacerlo, es más común hacer el mal que el bien, incluso porque es más fácil.

Cuando estas con una persona que te está dando todo emocionalmente y tú le sigues la corriente, es traicionar; cuando estas con alguien que te ama incondicionalmente y tú le mientes diciéndole lo mismo, es engañar; cuando le ocultas la verdad a alguien, es mentir; cuando no confías en la persona que te dio todo de sí mismo, le estás haciendo daño. Lo mejor es que dejes a esa persona, y no por ti, por ella, porque si de verdad la amas no la vas a lastimar, vas a crear distancia, te vas a alejar, pero le vas a decir por qué. Porque todos merecemos una explicación, ya sea que digamos que no la queremos.

Duele saber que te rompieron el alma; duele saber que jugaron contigo; que te mintieron; que te usaron; te traicionaron. Pero lo que más duele es tener la incertidumbre de si vas a poder seguir adelante, porque como uno se siente después de eso es: desgarrador, deprimente, desolador y estúpido. Sentirse incapaz de seguir adelante, es normal, sentir que si nos vuelve a pasar no podríamos soportarlo. Pero somos más fuertes que eso, eso es parte de nuestras decisiones.

Porque una parte dentro de nosotros decidió que debemos seguir adelante, una parte nuestra eligió la esperanza, nos dice que ahí no se acaba todo y que el mundo sigue girando, nos dice que tenemos que seguir respirando, luchando, bailando, cayendo, levantándonos y soñando.

Somos más fuertes de lo que creemos, ¿Por qué? Bueno, soportamos las decisiones incorrectas, las decisiones que nos hicieron daño de los demás. Soportamos sus mentiras, sus engaños, traiciones y aun así nos levantamos, seguimos luchando. Porque soportamos que nos miren a la cara mientras nos mientes, y aun así sonreímos.

Decidir es el pan de cada día, solo nos queda ejercer nuestro mejor juicio, para que cuando tomemos una decisión sea de bien, para nosotros y los que están a nuestro alrededor. 

Las decisiones nos pueden llevar por diferentes caminos, ya sea el que nos lleve a un mejor lugar o el que nos atormentara. De nuevo hay que saber elegir bien, porque de eso dependerá muchas de nuestras decisiones futuras, dependerá el bien o el mal que hagamos. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

El amor...

Cartas...

Cartas ll...